dimecres, 27 de gener del 2010

Leyenda maese Pérez. Irene Dalmases

MAESE PÉREZ EL ORGANISTA

- Resumen del argumento en 10 líneas

- Características que acercan esta leyenda a una pieza teatral

- Elementos visuales del capítulo I

- Elementos acústicos del capítulo II

- Después de consultar las características de la literatura costumbrista, busca elementos costumbristas en esta leyenda

- Es la misa del gallo. En esta misa maese Pérez, un hombre ciego y humilde toca el órgano genial, pero no aparece porqué está enfermo y otro organista dice que toca en lugar de él,pero se disgusta al ver a Maese Pérez entrar a la iglesia, muy enfermo y dispuesto a tocar. Mientras tocaba murió. Al año siguiente el mismo que le quiso sustituir aquel día lo hace y la gente empieza a tocar las sonajas cuando éste empieza a tocar todos hacen silencio por lo bien que toca. No se explican como puede ser eso cierto. Este hombre juró no volver a tocar allí y al año siguiente se le encargó la tarea a la hija de maese Pérez, que vió a su padre el día antes de la misa tocando. No la creian, pero al dia siguiente, enmedio de la misa el órgano sonó solo y la gente se dió cuenta que era el alma de maese Pérez.

- Los largos diálogos introductorios de los personajes. Las descripciones de las escenas, así como las joyas que llevan las mujeres, los personajes que hay....

- Personajes importantes que acuden a la celebración, como el marqués de Moscoso, los caballeros veinticuatro, el flamencote....

- Primeramente el alboroto que crea los plebes en la iglesia “un rumor parecido al del mar cuando se alborota” que se transformó en el sonido de las sonajas y las panderetas al ver aparecer al arzobispo. Después, nuevamente alboroto entre la multitud, debido a la ausencia de Maese Pérez, luego las campanas de las doce, las lecturas bíblicas, el sonido del órgano, el grito de una mujer, más alboroto

- Elementos costumbristas:

- los Villancicos

- la Misa del gallo

- la Nochebuena

diumenge, 24 de gener del 2010

Trabajo Rimas y Leyendas. Irene Dalmases

Rimas

—Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena. [*]
¿A mí me buscas?
5
—No es a ti: no. [*]

—Mi frente es pálida, mis trenzas de oro:
puedo brindarte dichas sin fin. [*]
Yo de ternura guardo un tesoro. [*]
¿A mí me llamas?
10
—No: no es a ti.

—Yo soy un sueño, un imposible, [*]
vano fantasma de niebla y luz.
Soy incorpórea, soy intangible:
no puedo amarte.
15
—¡Oh ven; ven tú!

- Analiza qué tipo de mujer anhela el poeta y relaciona este ideal con el Romanticismo.

El poeta pretende conseguir la mujer imposible, la mujer de sueño que nunca podrá conseguir, una mujer totalmente idealizada y esa es una característica del Romanticismo, buscar la mujer imposible.


- Repasa los rasgos típicos de la poesía de Bécquer y señala cuáles aparecen en esta composición.

- Sencillez, sin excesos retóricos
- No tiene esquema métrico antiguo
- Es una poesía sincera
- Se ve el egocentrismo del romanticismo
- La idealización de la mujer





¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero [*]
de los senderos
busca.
Las huellas de unos pies ensangrentados [*]
sobre la roca dura,

los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.

¿Adónde voy? El más sombrío y triste [*]
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.

En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna
,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.

- Resume las rimas

Explica que su vida, desde su nacimiento hasta su muerte estará en un lugar horrible, áspero, sombrío y triste, una caracterización del lugar muy típica del romanticismo y dice que como toda su vida es así, no tiene a donde ir ni que hacer.

- Señala la estructura de la rima LXVI y analiza las metáforas que aparecen en ella.

En este poema hay dos partes:
- La primera estrofa, en la que se refiere a su origen
- La segunda estrofa, en la que el autor se refiere al destino

La rima es asonante en los pares. En los primeros cinco versos de cada estrofa se alterna el heptasílabo con el endecasílabo, en los ultimos tres versos únicamente heptasílabo.

Metáforas: Cursiva





TEMA: El concepto de amor. Su evolución a través de las Rimas


El amor en las rimas de Adolfo Bécquer sufre una evolución. Primeramente comienza con mucha ilusión y mucha esperanza, como por ejemplo en la rima VIII:
y anegarme en su luz, y con ella
en lumbre encendido
fundirme en un beso
Pero a medida que van transcurriendo las rimas este nivel de felicidad, ilusión y esperanza va menguando, pasando por el desamor hasta llegar a las rimas donde ya únicamente se habla de muerte y no de amor, como por ejemplo en este poema podemos observar:

Yo me acogí, como perdido nauta,
a una mujer, para pedirle amor,
y fue su amor cansancio a mis sentidos,
hielo a mi corazón.

Y quedé, de mi vida en la carrera,
que un mundo de esperanza ayer pobló,
como queda un viandante en el desierto:
¡A solas con Dios!



Primeramente el amor se expone como algo palpable en el ambiente, después como algo que nace de la mirada. Más adelante este amor evoca momentos de felicidad. A partir de este punto comienza a verse la cara negativa del amor, como los sentimientos de fracaso, desengaño y desesperación ante un amor perdido. A partir de aquí el amor va degradando, con cada vez menos ilusión, hasta llegar a un punto en el que se deja de hablar de amor para incorporar el tema de la muerte.
Esta desmotivación por el amor en muchos casos es debida a sus altas expectativas en cuanto a las mujeres, ya que él, al igual que los autores románticos de la época, no se conforman con la mujer normal, ellos buscan algo más allá, buscan la mujer imposible, totalmente idealizada y por lo tanto perfecta. Al descubrir que su tan grande anhelo no podrá ser complacido es cuando empieza la desesperación y la frustración del autor, que termina desembocando en terribles sentimientos, ya que el tono de las Rimas es profundamente intimista y emotivo.
En otros casos la desmotivación por el amor es debida a la incompatibilidad del amor y el orgullo de los sujetos.

dimarts, 12 de gener del 2010

Lazarillo de Tormes actual. Irene Dalmases

Era tan pequeño que ni siquiera me acuerdo de ella, pero sí del día en que me separaron de ella y me sacaron de mi hogar para llevarme a un centro donde compartía habitación con cuarenta niños más. Me dijeron que mamá se tomaría unas vacaciones y que yo tenía que estar allí, que haría muchos amigos; pero no fue realmente así, los primeros años en el orfanato fueron los más duros, luego, a medida que ivamos creciendo fuimos formando pandillas, cada vez más separadas, tanto que incluso llegaron a haber peleas y altercados importantes, tanto que en una de esas murió un chico, mi mejor amigo, de tres años más que yo que tantas veces había ejercido como padre, con el que había hecho tantos planes para la salida de ese infernal centro, planes que volaron en un segundo.
Pasaron los siguientes cuatro años y me mantuve al margen de problemas, cuando salí no tenia amparo, pero me fui a buscar trabajo. Intenté hacerme un hueco en algún trabajo, pero no había suerte.

Un día, por suerte o por desgracia, me topé con un hombre, que al ver la indumentaria que yo vestía supo que podría utilizarme a mi, “debe haber sentido pena por mí” pensé, pero cuando descubrí el trabajo pensé que era más bien lo contrario, aquel hombre no tenia piedad por cuidar de un pobre muchacho.
El trabajo que tube que realizar durante dos meses era tan desagradable que hasta prefiero excluirlo de estas memorias mías. Solamente contar que, un día de suerte, saliendo de trabajar de aquel barrio dejado de la mano de dios y a horas que hasta las ratas duermen, me fijé en un local que aun estaba abierto y entré. Era una especie de pub, de los que había oído hablar, pero nunca había podido entrar en uno de ellos. Las luces eran rojas y entre la clientela apenas había mujeres. Me fijé en la planta de arriba donde estaban las butacas con las mesas y vi como dos hombres adultos manejaban algo que ya conocía de antes, bolsitas pequeñas de plástico, que contenían esa sustancia que a tantos volvía locos. También vi la gran suma de billetes que el otro hombre sacaba de su cartera, tanto que ni trabajando cinco años en mi puesto, podría alcanzar nunca. De repente vi que me miraron y aparté la vista de ellos, luego salí de aquel lugar. Al día siguiente volví a hacer lo mismo, pero esta vez me quedé en la barra a tomar una copa. Miré discretamente hacia arriba y vi que estaba otra vez el mismo señor de la bolsita de la noche anterior, en cambio, el cliente era otro.
La camarera, Raquel, una chica con un buen cuerpo visible por la poca ropa que llevaba pero no demasiado guapa, distrajo mi atención cuando preguntó por qué no dejaba de mirar hacia arriba, entonces pregunté que quienes era aquel hombre y me dijo que se trataba de su mejor cliente, ya que cada noche acudía al local a hacer sus negocios.

Me vi atraído ante la facilidad con la que aquel hombre ganaba ese dineral y supongo que lo debió notar. Un día me llamó desde su butaca de siempre. Subí y empezamos a hablar. Se llamaba Jaume. Me pregunto algunas cosas personales, cosa que me incomodó un poco, pero finalmente acabó diciéndome que tenia una vacante en su negocio y que si quería trabajar con él. Me explicó su trabajo y me resultó muy fácil, así que acepté. Desde aquel momento éramos “socios” y dejé de ir a trabajar a mi otro empleo para ir cada noche al pub de Raquel.

Un día Jaume me explicó una misión nueva y muy importante. Esta vez tendríamos que hacer un trabajo de gran escala. Consistía en esconderme la droga en los sitios más rebuscados para poder viajar en avión con ella hasta Venecia. Era muchísimo más arriesgado pero también la recompensa era muchísimo más grande y de todas formas, no tenía nada que perder.
Así que llegó el día. Fui para el aeropuerto, pero una vez estube allí y fui a pasar las barreras de seguridad vi a lo lejos algo muy extraño: Jaume estaba también en el aeropuerto, hablando por teléfono, y con una gran sonrisa.
En ese momento vi como dos agentes de seguridad se avalanzaban sobre mi llevándome a una pequeña sala, entonces giré la cabeza y vi a Jaume pasando por los controles. Entonces lo entendí, me había gastado una emboscada y él mismo había llamado a seguridad para avisar de un seguro caso de tráfico de drogas, de esta manera distraer la atención y pasar él.

Pasé quince años en prisión, que no resultaba demasiado diferente al orfanato, sólo que aquí la más mínima tontería originaba una pelea que acababa de forma desastrosa. En mi estancia en prisión recibí ocho palizas, dos de las cuales casi me quitan la vida.

Al salir de prisión no sabía que hacer. No tenía amigos ni família, que era lo que seguramente más me hubiese apetecido tener, si hubiese sabido que era tener de eso. Estube un tiempo viviendo de la nada, comiendo lo que robaba, pidiendo limosna. Cierto día acudí a la iglesia, pero esta vez no me quedé fuera esperando la caridad, si no que entré ya que sabia que eso era gratis.
El Padre sintió pena al verme y me dio un pequeño trabajo a canvio de pan para comer. El trabajo consistía en limpiar el órgano. Un día me quedé más tarde de lo habitual limpiando y presencié unas escenas que no debía haber visto....
El Padre tenia una relación amorosa con una mujer del barrio. Cuando le expliqué que lo sabia me chantajeó con no darme más de comer y también dijo que nadie iba a creerme a mi, porque la gente se pensaria que era un chiflado más de los que hay en el mundo, de todas formas, yo tampoco tenía intención de difamarlo, claro que el Padre se puso nervioso.
Un dia me hizo una proposición, ya que la gente había comenzado a sospechar el porque la señora Rosdriguez se quedaba siempre al acabar la misa. Me hizo decir que estabamos juntos para que la gente no sospechase más y poder estar con ella. Yo le juré silencio absoluto si no me hacia trabajar para ganarme el pan y así transcurrió.